El ambiente era solemne dentro del Congreso, mientras los legisladores y funcionarios esperaban la llegada de Claudia Sheinbaum. A las afueras, el panorama contrastaba con las consignas de los trabajadores del Poder Judicial, quienes reclamaban por sus derechos laborales. El sonido de las campanas de la protesta se mezclaba con el rumor de los asistentes al evento histórico.
Claudia Sheinbaum, primera mujer en asumir la presidencia de México, tomó protesta este 1 de octubre en una ceremonia histórica celebrada en el Congreso de la Unión. Su discurso se centró en la continuidad de la «transformación profunda» del país, conocida como Cuarta Transformación, uniendo temas de justicia social, medio ambiente y desarrollo económico. En su intervención, Sheinbaum destacó la importancia de consolidar las reformas impulsadas durante la administración anterior, con un enfoque en la igualdad y la inclusión.
Además, la ahora mandataria ofreció gran parte de su tiempo para reforzar un mensaje que ha caracterizado a su campaña: el acompañamiento con López Obrador. Compartió emotivas palabras de despedida para el ahora expresidente de México, a quien incluso nombró como “el presidente más querido de la historia del país”, incluso estando a la altura de Lázaro Cárdenas.
Sin embargo, el evento no estuvo exento de tensiones. Afuera del recinto legislativo, cientos de trabajadores del Poder Judicial se congregaron para manifestar su inconformidad con las políticas laborales propuestas por el nuevo gobierno. Las protestas fueron motivadas por posibles recortes presupuestarios que afectarían al sector, generando preocupación entre los empleados que temen la reducción de sueldos y prestaciones.
Los manifestantes demandaron un diálogo con las autoridades y exigieron respeto a sus derechos laborales. Aunque la toma de protesta transcurrió sin mayores incidentes, la presencia de las manifestaciones fue notoria, poniendo en relieve las tensiones que Sheinbaum deberá enfrentar al inicio de su mandato.