De acuerdo con información proporcionada por la presidenta de la fundación Reinserta, Saskia Niño de Rivera el bebé de aproximadamente tres meses de edad, que fue encontrado muerto al interior de un contenedor de basura en el Centro Estatal de Reinserción Social (CERESO) de Puebla el pasado 10 de enero y que presentaba una incisión en el abdomen, presuntamente a causa de una cirugía, pero que existe la posibilidad de que haya sido realizada para introducir droga, pudo haber sido sustraído de un anfiteatro, ya que hasta el momento no existen denuncias de desaparición o secuestro de menores que coincidan con las características del infante encontrado.

Derivado de algunas irregularidades en la investigación tales como el ingreso del bebé al penal en brazos de una mujer, cuando de acuerdo con información estatal de Puebla, estaban prohibidas las visitas de menores al Cereso, lo cual se estipuló derivado del inicio de la pandemia y conforme a las medidas sanitarias que se implementaron, por lo que Niño de Rivera señaló que el que no se hayan dado cuenta en el penal que el bebé entró y no salió de él, es una muestra de ingobernabilidad; Así mismo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó que solicitó medidas cautelares al subsecretario de Centros Penitenciarios de Puebla y a la Unidad Especializada de la Fiscalía General de la Entidad con la finalidad de que se esclarezcan los hechos.