Con la llegada de las recientes lluvias a Querétaro, han emergido las hormigas chicatanas en diversos puntos del estado, estas criaturas, conocidas por su tamaño de hasta 2.5 cm, son consideradas por muchos como un símbolo de abundancia y buena cosecha, además de ser una fuente de alimento apreciada en algunas regiones.

A pesar de su apariencia imponente, las hormigas chicatanas son inofensivas para los humanos, aunque pueden morder si se sienten amenazadas, su picadura es leve, solo presiona la piel.

Más allá de su valor gastronómico, estas hormigas desempeñan un papel crucial en el medio ambiente, contribuyen significativamente a la estructura del suelo y ayudan en la dispersión de semillas, beneficiando así a la flora local, su presencia refleja un impacto ecológico positivo, por lo que se recomienda evitar su exterminio.

Las hormigas chicatanas no solo son parte del patrimonio cultural y culinario de ciertas regiones, sino también un componente esencial del ecosistema que merece protección y respeto.