En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, este 25 de noviembre, Katya Gabriela Hernández Pérez, encargada de Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM), reiteró el compromiso del gobierno de Hidalgo, de transformar el servicio público para lograr una sociedad más igualitaria y respetuosa de los derechos humanos.
“A través de las acciones sustantivas que día a día realiza la institución, abonamos a la política del gobernador Julio Menchaca, para garantizar el bienestar pleno e integral de las mujeres, niñas y adolescentes, y así lograr un Hidalgo libre de violencia”, dijo en un mensaje dirigido a la ciudadanía.
Destacó que en el IHM se atiende integralmente las violencias en todos sus tipos y modalidades, a través de las Unidades Locales de Atención (ULA). En lo que va del año, se han realizado 34 mil 933 intervenciones en materia jurídica, psicológica y trabajo social, a 14 mil 357 mujeres de todo el estado.
También impulsa la transversalización de la perspectiva de género en las políticas y presupuestos públicos; sensibiliza y capacita al funcionariado estatal y municipal, para que todo el quehacer gubernamental atienda las necesidades específicas de las mujeres.
Se promueven las capacidades y habilidades productivas para potenciar la autonomía económica, a través de los Centros para el Desarrollo de las Mujeres (CDM), donde se organizan y se crean redes comunitarias que generan proyectos productivos exitosos.
“Coadyuvamos a la construcción de entornos seguros, con el liderazgo de Redes de Mujeres Constructoras de Paz, porque nadie mejor que ellas saben las problemáticas a las que se enfrentan”, agregó.
Hernández Pérez coincidió con el Gobierno de México, en que es “tiempo de mujeres”, y reiteró que se seguirá trabajando contundentemente con los tres niveles de gobierno, para contrarrestar las cifras globales que señalan que una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física y sexual, pues tan sólo en Hidalgo, siete de cada 10, han vivido violencia.
Recordó que la violencia contra las mujeres es estructural y multifactorial. Por ello instó a mujeres y hombres, de todas las edades y ocupaciones, a que, desde su entorno, asuman la responsabilidad de actuar para prevenirla, porque su erradicación requiere un movimiento social y cultural, donde todas y todos somos corresponsables.